viernes, 2 de noviembre de 2012

Dar el biberón como si fuera el pecho






Al leer el artículo siguiente, que quiero compartir contigo, he sentido el respeto, el amor y la empatía y el entendimiento emocional, fuera de prejuicios, la búsqueda de ayudar, apoyar y facilitar el maternaje a aquellas madres que no eligen o no pueden dar a sus bebés la lactancia materna.

El pasado mes de septiembre tuve el placer de escuchar a Sara Jort (Psicología Perinatal), en el Taller formativo que impartió ("Aproximación a la Psicología Perinatal") y en el que participé, realizar una exposición sensible, que no mostraba ni un gran respeto por  aquellas mamás que por el motivo que fuese no podían dar el pecho a sus bebés o que lo habían elegido así. Al escucharla sentí que estaba pronunciando palabras que expresaban mi sentir. Y especialmente me resultó interesantísima la información que nos aportó sobre cómo dar el biberón como si fuera el pecho, para no que esta mamá y su hijo no se pierdan, en sus encuentros para darle el biberón, la riqueza emocional y el vínculo tan íntimo que se crea entre ellos, a través de la lactancia materna.

Personalmente me resulta bellísimo contemplar la imagen de una madre dándole amor, sensibilidad, contacto, cariño, cercanía, su disponibilidad emocional y física, respeto por el ritmo de su bebé, cuando le está dando el pecho. Sin embargo, ¿este tipo de emociones, de relación, de vínculo, ha de estar limitado a las madres que pueden dar de mamar a sus hijos?. ¿Hemos de "demonizar" y colocar etiquetas (de que "no le dan a sus hijos lo mejor" e instalar la culpa en ellas, y en el vínculo con sus bebés), a aquellas madres que no han podido, o lo han elegido así?. No. Yo comparto totalmente el sentimiento de respeto y apoyo a las madres que eligen/optan por la lactancia artificial, como a las que lo hacen por la lactancia materna.



Al encontrarme con estas imágenes que os he colgado, extraídas del Blog de Ibone Olza  (Psiquiatra Infantil y Perinatal) he sentido la ternura, la belleza y la emoción que me produce ver a una mamá amamantando a su bebé. ¿Qué están haciendo estas madres al dar el biberón a sus hijos que me transmite las sensaciones y emociones que también vivencio cuando lo que contemplo es una imagen de lactancia materna?. Encontrarás la respuesta a esta pregunta leyendo el siguiente artículo de esta gran profesional y apasionada del mundo infantil y perinatal. Te dejo con sus palabras.


"Esta entrada va dedicada a todas las madres que eligen no dar el pecho y optan por la lactancia artificial o que por diversas razones no pueden amamantar a sus bebés, con cariño.

Hay muchas razones por las que una madre puede decidir no dar el pecho pero muy pocas contraindicaciones verdaderas de la lactancia materna. Todas las madres que optan por una lactancia artificial merecen el máximo respeto y apoyo, igual que las que optan por amamantar. Por eso precisamente es tan importante ofrecerles una información veraz y rigurosa sobre como dar el biberón para mimetizar la lactancia y así minimizar la pérdida que para cualquier bebé supone no ser amamantado. Lo primero creo yo es entender que la lactancia materna es mucho más que leche. Es contacto, es calor, es piel con piel y cuerpo a cuerpo, son miradas. Durante las primeras semanas y meses de vida todos los bebés necesitan ese contacto estrecho con la madre, se está construyendo el vínculo que sostendrá todo el desarrollo posterior. Cuando un bebé toma el pecho además de la leche recibe un abrazo prolongado, es sostenido en brazos muy cerquita de la cara de su madre, puede oír el corazón y escuchar las conversaciones que tiene su madre, bien con él o ella o con otros adultos. Todo ese contacto piel con piel y esa interacción tan cercana supone un estímulo muy poderoso para el cerebro del bebé. Además de la leche que recibe, las neuronas de su piel son estimuladas y envían señales al cerebro que contribuyen a liberar aún más oxitocina y otras sustancias relajantes. Por todo ello en cada toma los bebés sienten amor y placer.

Es muy importante entender como funciona la lactancia para poder asegurarnos de que si un bebé va a ser alimentado con leche artificial en biberón  por la razón que sea lo único que se pierda sea la leche materna, pero no toda la estimulación e interacción que proporciona la lactancia y que tanto facilita el desarrollo saludable.


Dar el biberón como si fuera el pecho significa:


                         

- Alimentarle a demanda. Nada de cada tres horas, ¿acaso todas las personas sentimos hambre con la misma frecuencia o a la misma hora? Los bebés no son una excepción, cada uno tiene su manera y sus gustos. Ofrécele el biberón cuando de señales de hambre y retíralo cuando de señales de no querer más, nunca le obligues a tomar a la fuerza.

- Dárselo siempre en brazos, y favoreciendo el mayor contacto piel con piel posible, especialmente las primeras semanas. Pero sigue siendo igual de importante pasado el año o los dos años, ¡la duración de la lactancia oscila entre dos y siete años! Los bebés no amamantados siguen necesitando ser sostenidos en brazos durante las tomas durante años, por lo que eso conlleva de abrazos y caricias e intimidad.

- Cambiar de lado en cada toma o incluso en la misma toma, alternativamente.

- Intentar que sea sólo la madre la que dé el biberón, y si esto no es posible intentar que sean sólo dos o tres personas, siempre las mismas, las que se ocupen de su alimentación. Durante los primeros años de vida los bebés pueden vincularse de forma segura a cuatro o cinco personas como máximo, en las primeras semanas de vida están iniciando ese proceso con la madre y como mucho con el padre, abuelos o hermanos.

- Aunque no reciba lactancia materna puede usar el pezón para consolarse igualmente. Si la madre no lo desea entonces se puede utilizar el chupete, teniendo en cuenta que es un sustituto del pezón que deberíamos darlo siempre en brazos (o se convertirá en un objeto transicional).

- Dosis extra de contacto piel con piel, colecho, masajes, porteo, cosquillas y caricias sirven para potenciar en el bebé la liberación de las mismas sustancias beneficiosas que produce la lactancia materna. Esto es especialmente importante para los bebés adoptados.


- Quitar el biberón igual que se produce el destete: sin forzar, cuando el niño o niña esté listo."



Enlace al artículo:


                                                                      

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