martes, 19 de febrero de 2013

Programa de Preparación para la Concepción (Primera Parte)


                                             

Cuando una mujer está buscando quedarse embarazada comienza a informarse de qué forma puede favorecer esta concepción. En esta entrada os explicaré el  "Programa de Preparación Para la Concepción" (como forma de crear una base o cimiento sano para el bebé que sea concebido), que explica en su libro  "Madres e hijas: sabiduría para una relación que dura toda la vida", la doctora Christiane Northrup (ginecóloga y tocóloga, con amplia experiencia; defiende la profunda relación que existe entre la enfermedad y las emociones, a la vez que considera la enfermedad como un catalizador hacia el crecimiento personal; ha sido pionera en la compaginación de la medicina tradicional con la alternativa), que a continuación expongo en dos partes:  en este post y en el siguiente.

Se trata de una serie de recomendaciones genéricas que pueden hacerte reflexionar sobre aspectos muy útiles a tener en cuenta previamente a tu concepción, como una forma de autocuidado, que posteriormente beneficiará al hijo que vayas a gestar.

Dado que nuestros cuerpos se autorrenuevan y están en cambio constante, siempre es posible mejorar las posibilidades de concebir y dar a luz a un hijo sano. Por muy insanas que hayan sido las opciones de estilo de vida que la mujer haya elegido en el pasado, esta misma mujer puede elegir un estilo de vida diferente, previamente a su embarazo, que dé a su bebé un buen comienzo.

La buena nutrición, por ejemplo, es esencial para tener un embarazo sano y un bebé feliz. Los estudios indican que existe una relación ente la dieta de la madre durante el primer trimestre y determinados trastornos (que aquí no vamos a tratar pues habriamos de hacer una exposición extensa de los mismos estudios), pero sí es importante que sigas las indicaciones alimenticias que te dé tu matrona, en la primera visita que hagas a ésta cuando tu embarazo esté confirmado, para cuidar tu alimentación y prevenir el desarrollo de estos trastornos en tu bebé.

A continuación vamos a ver un programa de SÍES y NOES que servirán a la mujer para comenzar a prepararse para su embarazo, cuánto antes le sea posible, lo cual es muy conveniente pues muchas veces la mujer se da cuenta de que está embarazada cuando ya está de uno o dos meses, y ese primer trimestre puede ser esencial (no se trata de provocar "miedos anticipados", sino de tomar conciencia de los beneficios del autocuidado previos a la concepción en la futura mujer gestante). De hecho, la doctora nombra que, los resultados son mejores si la pareja comienza un programa de preparacijón por lo menos seis meses antes de concebir. Y a continuación de este programa de Sies y Noes, veremos en la siguiente entrada un programa dietético que la Doctora  Norrthrup también aconseja seguir antes de concebir y durante el embarazo.



                                                                         SÍES :

Exponerse a suficiente luz natural.
La luz natural es un "nutriente" que influye en la fertilidad. Procura exponerte a la luz natural diariamente. Si no puedes salir con frecuencia, usa bombillas de luz de espectro completo que recreen todas las frecuencias de la luz natural.
A falta de sol, se recomienda exponerse a la luz natural como mínimo 30 minutos al día. No es bueno quedarse encerrado en casa o en la oficina. Puedes salir a pasear o abrir la ventana, y asomarte media hora. Así obtendrás la dosis de luz que el cuerpo necesita para su funcionamiento.


Dormir a oscuras, sin luz nocturna.
La oscuridad nocturna favorece el nivel normal de melatonina y ayuda a la fertilidad.

Consumir entre 800 y 2.000 calorías diarias.
La Doctora afirma que ésta es la cantidad adecuada para la mujer que pesa más o menos 63 kilos.*

Nota: * A este respecto considero totalmente oportuno consultar con médicos u expertos especialistas en alimentación durante el período de embarazo y previo a éste, ante una indicación tan genérica, que puede ocasionar confusión, pues estamos hablando de un rango muy amplio de calorías intermedios, sin tener en cuenta ningún otro factor de la mujer que el peso únicamente. Es importante evitar cometer una imprudencia por falta de información.


Mantener un peso sano. 
Hay mujeres que eran infértiles y pueden llegar a conecebir naturalmente una vez que consiguen un peso normal, y en general conviene comenzar el embarazo con un peso sando (Índice de masa corporal, o IMC, de 25 o menos). Una vez que estés embarazada es recomendable no aumentar de peso más de lo necesario. Un aumento de 11 a 13,5 kilos es sano si la mujer comenzó su embarazo con un peso normal. Las mujeres con sobrepreso pueden conseguir un aumento inferior a ese, y de todos modos dar a luz a bebés sanos. La calidad de lo que come la mujer embarazada es más importante que la cantidad. Se desarrollan células sanas si hay una cantidad adecuada de los nutrientes correctos.
A las embarazadas que son muy delgadas (IMC de 10 a 22) les va mejor cuando aumentan más de 13,5kilos. Por ejemplo, la doctora Northrup considera alentador encontrar en los informes de los medios informando sobre el boom de natalidad en Hollywood, el que se diga que actrices como Gwyneht Paltroww o Kate Hudson, que son muy delgadas, hayan aumentado 18 kilos o más durante sus embarazos.
 
                                                                       
                          
                                                                           NOES :

No beber alcohol.
Se ha demostrado que el alcohol disminuye la cantidad de espermatozoides, deteriora su motilidad y produce malformaciones en ellos. En un trabajo reciente sobre el síndrome de alcohol fetal, realizado por Anne Streissguth, se comprobó una disminución en siete puntos en el coeficiente intelectual de niños cuyas madres bebían sólo una ración de bebida alcohólica diaria durante el embarazo. Ahora se reconoce que hay niños que no tienen las características físicas de este síndrome, pero sí tienen sutiles diferencias mentales o de conducta por haber estado expuestos al alcohol en el útero, y ahora se les identifica como pacientes de los efectos del alcohol fetal.


No fumar.
El cigarrillo es con mucho el causante más común de nacimiento prematuro y de bajo peso al nacer. Entre las mujeres que fuman hay el mayor índice de hijos con defectos de nacimiento tales como el labio leporino (queilosquisis) y palatosquisis (fisura del paladar).
Aún en el caso de que la madre no fume, si su pareja fuma más de diez cigarrillos al día, tienen dos veces y media más de posibilidades de tener un hijo con malformaciones genéticas. 


Evitar la cafeína.
Se ha comprobado que incluso una taza de café al día dobla el índice de aborto espontáneo.
También hay estudios que muestran que la cafeína está ligada a bebés con bajo peso al nacer.


No consumir marihuana ni ninguna otra droga que altere el ánimo.
Todas estas drogas contienen sustancias químicas que afectan el desarrollo del cerebro y sistema nervioso del bebé, y entre otros tipos de daños podría predisponer al niño o niña a un riesgo mayor que el normal de recurrir a drogas más adelante en la vida.


No tomar píldoras anticonceptivas desde por lo menos tres meses antes de la concepción.
Está bien documentado que los anticonceptivos orales bajan los niveles de cinc, manganeso, vitamina A y un buen número de las vitaminas del complejo B, en especial la piridoxina (B6). También podrían bajar el nivel de magnesio y elevar el de cobre. Así pues, a la mujer que busca un embarazo le conviene dar a su cuerpo la oportunidad de recargarse de estos nutrientes esenciales antes de concebir.


Evitar fármacos sin receta.
También deberías reducir al mínimo los posibles fármacos con receta, aunque evidentemente algunos medicamentos como los anticonvulsivos para la persona con epilepsia (u otros que así te lo indique tu médico), son necesarios. Consulta con tu médico antes de dejar de tomar cualquier medicamento recetado.


No consumir ningún producto que contenga toxinas industriales.




Nota relevante: recuerda que esto son indicaciones genéricas, que no tienen porqué producir contraindicaciones en mujeres con un sano seguimiento de su salud en sentido holístico (o de integración de la totalidad de tu persona: no de tus diferentes partes como persona, por aislado). Sin embargo, siempre has de acudir a tus médicos u otros profesionales, que estén realizando un seguimiento de tu estado de salud, para consultarle sobre tu caso en particular si en alguno de los aspectos nombrados necesitas orientación específica.. Estas indicaciones, son eso, y en ningún caso pueden sustituir el criterio particular de estos profesionales.

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