Sentada frente a mi ordenador,
siento que estoy haciendo algo que necesito.
Aún es octubre, un mes dedicado
al recuerdo de los hijos perdidos durante la gestación, en su nacimiento o tras
éste.
Mi vida en un país de habla
alemana, Suiza, me ha traído el mayor de los regalos, mi hija Sara, nuestra amada y deseadísima
hija, la que llegó a nuestros brazos el pasado año.
¿Para qué esta entrada?. Necesito
expresar a todas aquellas mamis y papis que me han seguido en mi blog, que el
nacimiento de nuestra pequeña, no hizo que haya olvidado a mis bebés, mis
queridos hijos que perdí, ni el hecho de no haber escrito todo este tiempo en este blog.
Sin embargo, el pasado año, cuando fui de visita a España, en octubre, no pude
asistir a un evento que en la localidad de Alicante, en recuerdo de estos
pequeños hijos perdidos. El momento que vivía no me lo permitía, sentía que necesitaba
celebrar la nueva vida, y aún sentía miedo de recordar las muertes de mis
pequeños, de forma tan intensa, en un evento como aquél, tras años de dolorosos duelos.
Hoy, por fin, puedo afrontar este
momento, y deciros, comunicaros, que siento vuestras pérdidas, que lo siento de
corazón, y quiero acompañaros en este momento, en que me lees, me leéis. Y
también de forma muy sentida, me alegro de que hoy sí pueda ser, de poder
afrontar este momento tan importante y decisivo para mí. No me he olvidado de vosotros, a pesar de que mi ausencia en estas páginas así pueda hacerlo creer.